7/8/08
No, no te recuerdo. Podés hacer una hoguera con tu orgullo, con tu vanidad de hombre que se cree inolvidable, que cree que puede volver en cualquier momento y yo voy a decirte que sí, que cuándo, que a qué hora, que te estaba esperando. Pero yo ya no me acuerdo; te olvidé. Y si no querés creerlo, no lo creas, pero dejame repetirlo hasta convencerme. Dejame por lo menos intentar ese olvido que tanto tardó.